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Crematomanía, obsesión por el dinero, acumulación de riquezas y otros trastornos

La crematománía y todos los trastornos, síndromes y patologías relacionadas con el dinero pueden llegar a afectar con mayor o menor gravedad al individuo pero en muchos casos, cuando este se encuentra en posiciones muy altas de la sociedad, la amenaza afecta más a la población que a él mismo.

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Obsesion por el dinero, crematomanía, de tratamiento y psicología díficil

Crematomanía, obsesión por el dinero, acumulación de riquezas y otros trastornos financieros o monetarios como: síndrome del avestruz, síndrome del príncipe azul, comprador compulsivo, gastador compulsivo, infidelidad financiera y falso estatus.

La crematománía, los trastornos, síndromes y patologías relacionadas con el dinero pueden llegar a afectar con mayor o menor gravedad al individuo. Pero en muchos casos, cuando el crematómano se encuentra en posiciones muy altas de la sociedad, sus acciones afectarán claramente más a la población que a él mismo.

¿Qué es la crematomanía?

Crematomanía significa obsesión por el dinero o fascinación; palabra formada por dos raices griegas: khrematos (de dinero) y manía (locura, entusiasmo, excitación…).

Es una patología que puede conducir a la locura, sí. El crematómano puede llegar mantener una relación casi erótica con el dinero que le produce palpitaciones, emoción, segregación de adrenalina y lo hace infinitamente feliz, generándole una sensación casi orgásmica.

Psicología de la obsesión por el dinero

Protegen el dinero con uñas y dientes y creen que con dinero todo es posible, que el dinero es la cura de todos sus males y se dedican a acumular y acumular más y más dinero. Pero no importa qué cantidad de dinero tengan, nunca parece ser suficiente.

Siempre quieren más; su desmedida, lujuriosa y voraz ansia de dinero no tiene límites. Si tienen 100 se preguntan por qué no pueden tener 1000 y si tienen mil por qué no pueden tener 10.000. Generalmente no aprovechan el dinero, lo que les produce el verdadero placer es tenerlo.

Crematomanía, obsesión y psicología del dinero

crematómanía y el avaro

El crematómano realiza inversiones en sí mismo, puede comprarse coches de lujo o construirse palacios, se permite gastos exclusivamente vinculados a él. No comparte y le molesta que le pidan; es más importante la relación con el dinero que con las personas y viven con miedo a perderlo.

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El avaro es un crematómano pero no todos los crematómanos son avaros. El avaro es más del lema «vive como pobre y muere como rico«; es el típico miserable. Su placer está en contar todos los días el dinero no sea que vaya a perder un céntimo.

Aislamiento

El crematómano padece una profunda alteración de los vínculos, suelen ser solitarios y mantener cierto aislamiento social. Generalmente han sufrido carencias o privaciones afectivas. Son gente que pueden llegar a enfermar a morir e incluso a matar por dinero, encadenado al sexo, la política, al poder o la violencia.

Tratamiento

Sin embargo, aunque ellos «disfruten felizmente» de su trastorno o patología, la sociedad frecuentemente se encuentra afectada por su codicia y luchas de poder.

La crematomanía es una patología o adicción difícil de tratar principalmente porque el afectado no tiene conciencia de padecer una enfermedad sino todo lo contrario, piensan que son unos genios omnipotentes. La angustia es lo que mueve a realizar cambios en el individuo pero ellos se sienten poderosos, les aplauden, se le abren todas las puertas, no tienen angustia alguna y por tanto son difícilmente recuperables.

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Crematomanía acumulación de riquezas tratamiento y psicología difícil. Máscaras venecianas

Otros trastornos

Además de la crematomanía existen otros trastornos relacionados con el dinero que, aunque sin llegar a ser enfermedades, en algunos casos extremos sí están considerados como patologías y requieren la ayuda de un profesional.

Estrés financiero

Aparece generalmente cuando el dinero es escaso aunque no necesariamente y también puede ser ocasionado por el temor a perder el dinero que se tiene. La preocupación constante puede afectar no solo psicológicamente a la persona que lo padece sino también físicamente.

Síndrome del avestruz

Este síndrome se caracteriza por evitar la realidad. Del avestruz es muy conocido el esconder la cabeza en la arena cuando se siente en peligro y aunque los avestruces en verdad no hagan esto le quedó la fama de cobarde. Pero no se trata exactamente de cobardía sino más bien de no querer ver la realidad.

La gente que padece éste síndrome evita mirar sus estados de cuenta. Rompe o tira directamente a la basura cualquier factura o comunicación del banco sin siquiera leerla. Tampoco se hace cargo de sus finanzas y deja que otras personas se ocupen de su dinero.

Se puede manifestar como una negación del dinero y cualquier cosa que esté relacionada con él, llegando a causar un sentimiento de culpa cuando se tiene algo. En casos severos se puede convertir en crematofobia que es la fobia al dinero.

Síndrome del príncipe azul

Quienes sufren este síndrome se pasan la vida a la espera de una fuente externa que le saque de sus deudas y les proporciona bienestar financiero. Esta fuente externa puede ser una persona, un familiar, el gobierno a través de sus ayudas, la lotería o algún juego de azar. Son personas altamente dependientes. Este síndrome cuando está relacionado al juego y es grave puede convertirse en ludopatía.

Comprador compulsivo

Un comprador compulsivo es aquel que no puede parar de comprar. Generalmente compra cosas que no sólo no necesita sino que puede que ni siquiera le gustan, pudiendo llegar a comprar algo solamente porque está de oferta.

No se trata del típico descontrol en el que de tanto en tanto todos caemos y nos compramos algo de más que no deberíamos sino de un comportamiento continuo que no se puede frenar. Los compradores compulsivos sienten placer al hacer la compra pero esta satisfacción se desvanece una vez que poseen el objeto deseado.

Generalmente estas personas utilizan al máximo su límite de crédito y luego se sienten culpables por lo que han hecho. Incluso muchas veces esconden los artículos comprados.

Gastador compulsivo

Este caso es muy parecido al comprador compulsivo con la diferencia que en vez de gastar dinero en compras personales lo suele hacer en gastos para otras personas por ejemplo hacer muchos regalos, hacer de mecenas, pagarle a otros viajes o cualquier cosa otra persona necesite o desee.

Pareja o matrimonio consultan espantados una factura

Infidelidad financiera

Cuando se tienen secretos sobre el dinero en una pareja se está cometiendo infidelidades financieras. Puede ser que uno de los integrantes de la pareja tenga deudas que oculta el otro. O que haga compras escondidas, que tenga tarjetas de crédito o cuenta bancaria o bienes que su pareja desconoce.

Falso estatus

Este desorden es ocasionado por querer siempre estar a la altura del vecino o pertenecer a un cierto estatus social que no está dentro de las posibilidades económicas de quien lo padece. Esto hace que la persona por ejemplo realice viajes lujosos para aparentar algo que no es.

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